lunes, 28 de mayo de 2012

Falsas amistades.

¿Amistad? ¿Eso, acaso ya existe? Porque me parece que no.

Muchísimas personas suelen decir: "Si, tranquila puedes confiar en mi, todo lo que me cuentes será entre tú y yo. Nadie más lo sabrá" 

Y, ¿Qué digo yo ahora?: UNA MIERDA.

Mucho confiamos en personas que pensamos que no nos van a fallar, y luego las que de verdad no nos fallan, son las que no nos esperamos ni un mísero halago de ellas. 

Yo, soy de esas personas que les dicen unas cincuenta veces mas o menos: "Ten cuidado, no te fíes, no te acerques mucho que te vas a caer por ese precipicio". 
Y hasta que no me caigo no me doy cuenta que es peligroso. Demasiado confiada soy a veces, pero de ahora en adelante, mis sentimientos me los llevo conmigo. No hay muchas personas que se merezcan que saque al descubierto cosas sobre mi para que luego las vayan contando a terceras personas.

En esta vida hay un consejo que me dio alguien que aprecio mucho y deberíamos de ponerlo en practica todos: "No dependas de nadie, porque si dependes de otras personas nunca encontrarás la felicidad". Gracias a ese consejo, ahora soy mas feliz, y estoy viviendo el día a día tal y como quiero, sin que nadie me lo joda.

Y con todo esto, a esa gente que va de maja y solo son una hormiga en este mundo, ir cambiando maj@s que como sigáis así os va a dar muchos palos la vida. Aquí queremos gente honesta y no cruel.

En este mundo de miserables, solo hay hipócritas, envidiosos y falsos. Que por si aun no os habéis dado cuenta, "La envidia es el deporte nacional en este puto mundo"

sábado, 26 de mayo de 2012

Una tarde de otoño.

Esas tardes de otoño. Que empieza el frió, las copas de los arboles se van quedando desnudas poco a poco, las tardes se hacen amenas, tristes y especialmente grises.

No sabes, si quedarte en casa acurrucadita en el sofá, con una manta bien calentita o llamar a alguien y que te saque de ella para que la tarde fría, por lo menos sea algo más agradable.

Echo en falta esas tardes de otoño.

Esos días, en los que por no salir a la calle y no pasar frió, coges el teléfono, llamas a 4 amig@s, preparáis unas palomitas, el pendrive con unas cuantas películas y te pasas tarde si y tarde también con una buena maratón de películas.
Y entre risas y sustos se te hace una de las mejores tardes de el resto de tu vida.